EL BRUNCH EN CANARIAS: EL SABOR DE LOS CONTRASTES

El llamado ‘brunch’ plantea una cuestión: ¿Es posible mezclar en una misma comida los placeres más dulzones del desayuno con el regocijo y el gozo de un buen almuerzo? Quizá esta fuese la propia concepción de la que es, a día de hoy en Canarias, la comida de moda. El sabor de los contrastes ha conquistado las islas con sus aperitivos de mediodía.

Y es que la esencia del brunch está en su idiosincrasia: mitad ‘breakfast’, mitad ‘lunch’. Una idea inglesa que tiene más de un siglo y que cogió gran popularidad en la Nueva York de principios del siglo XX. ¿Poder unir dulce y salado durante la media mañana del fin de semana en pos de combatir la peor de las resacas? ¡Éxito instantáneo!

Aunque el planteamiento inicial tenía un principio más comunitario: reunir a las personas y disfrutar de lo mejor de los dos mundos gastronómicos. Este es, posiblemente, el pensamiento que más se ha ido extendiendo en el mundo y en el tiempo. Y es, también, el que ha acabado llegando a las Islas Canarias.

El frescor de la fruta de temporada y sus exquisitos zumos naturales; el toque acaramelado de las tartas más artesanales y deliciosas; una selección variada entre panes, embutidos y quesos para todos los paladares, con el sabor auténtico del almogrote; el gusto más amargo de los mejores cafés, cuyas versiones canarias, como el barraquito, son la sustancia misma de nuestra identidad isleña. ¡Y compaginarlo todo con un buen plato caliente a elegir!

Al final, se trata de dos comidas en una. Hay cantidad, pero de calidad, y en los Hoteles Escuela de Canarias estamos al tanto de esta nueva tendencia. Es por ello que queremos ofrecer la oportunidad de degustar un brunch a la altura de nuestros clientes. ¡La ocasión la eliges tú, nosotros preparamos el resto!

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