Uno de los pilares fundamentales del sector turístico es el idioma. De no haber conocimientos lingüísticos foráneos, existiría un muro opaco que separaría al turista del sector que trata de darle la bienvenida. El lenguaje es el hilo que nos conecta a través del entendimiento. Es el habla que posibilita un desarrollo económico basado en viajar, descubrir, aprender y explorar.
En HECANSA estamos comprometidos con seguir mejorando la industria del turismo, razón por la que siempre hemos apostado por la implementación de clases de idiomas en nuestra formación. Creemos que es vital que nuestros estudiantes, cuyo campo de trabajo engloba a la figura del turista, estén preparados idiomáticamente antes de comenzar su andadura profesional y laboral.
Parte de este aprendizaje proviene, además, de la internacionalización del estudiantado. En los Hoteles Escuela de Canarias apostamos por las experiencias formativas en el extranjero, mediante programas de inserción laboral donde los estudiantes pueden desarrollarse lingüísticamente mientras se adentran en la cultura y la historia del lugar que visitan.
Charlamos con Aylin Esmeralda García, quien fue profesora de inglés en los Hoteles Escuela de Canarias, para entender de primera mano la relevancia del idioma en los campos de desarrollo profesional en los que trabaja HECANSA.
HECANSA enfoca su formación, principalmente, en los sectores de la hostelería y el turismo. ¿Cómo de importante crees que es aprender idiomas para un profesional que trabaje en estos campos?
Hablando en términos generales, formarse en idiomas debería ser un aspecto sobre el que se incidiera más en toda nuestra comunidad autónoma, dada la relevancia del turismo y nuestra alta dependencia de este. Además, es un aspecto que abre puertas a nuestros estudiantes en Europa, tanto para su formación como para su carrera profesional.
Aprender idiomas es especialmente crucial para quien quiera dedicarse a cualquier sector relacionado con el turismo en general y con la hostelería en particular. Son los profesionales que trabajan de manera más estrecha con los turistas y, por tanto, la imagen que se llevan estos de nosotros cuando regresan a sus países. Es por esto que HECANSA ofrece a sus alumnos más horas de formación en idiomas y una mayor variedad de estos en determinadas etapas formativas.
¿Qué tal se lo pasan los estudiantes durante tus clases? ¿Observas entusiasmo por aprender otro idioma?
Tanto en mi época de estudiante, como en la actualidad como profesora, he visto con frecuencia a estudiantes canarios que llegan a las clases diciendo “A mí no se me da bien el inglés” o “A mí no me gusta el inglés.” Muchas veces tendemos a pensar que el problema está en los alumnos, que no se esfuerzan o no muestran el interés suficiente. Y, desde luego, es posible que con algunos este sea el caso, ya que parten de la creencia de que es el docente el que los tiene que motivar a aprender una asignatura en particular.
Es decir, creen que la motivación que se da en el aula debe ser extrínseca y no intrínseca. Yo siempre he considerado que debería existir un equilibrio entre ambas, es decir, los alumnos deberían tener claro por qué es importante para ellos, por ejemplo, aprender un idioma, independientemente de que les guste más o menos el profesor. Y, desde luego, los docentes, deberían hacer lo posible para que les guste la asignatura y que le vean utilidad.
¿Dónde crees que se puede mejorar?
Es precisamente en relación con la utilidad de un idioma como el inglés, en donde creo que ha existido un problema que afecta a una gran mayoría de estudiantes españoles, impidiéndoles alcanzar el nivel en un idioma extranjero que se consigue en otros países. En muchas ocasiones se ha pretendido convertir a los alumnos en “lingüistas,” se les dan clases en las que se explican en profundidad términos gramaticales y se hacen ejercicios en los que completan frases para “practicar” estos. De esta manera los alumnos saben mejor que muchos hablantes nativos del idioma lo que es, por ejemplo, un primer condicional, pero no saben usar la lengua ni se les orienta para que le vean utilidad en sus día a día.
No digo que enseñarles gramática a los alumnos no sea importante, podríamos decir que esta es la columna vertebral sobre la que se sustenta todo lo demás. Pero al igual que en el cuerpo humano, hay otros muchos aspectos a los que hay que prestarles atención. Para mí algunos de los más cruciales y sobre los que intento incidir en las clases son la autonomía del alumnado; hay que cambiar el foco de atención durante las clases. Los estudiantes pueden necesitar una explicación expositiva para ciertas partes de la asignatura dependiendo de su nivel o del tema concreto que se esté trabajando, pero hay que darles herramientas para que ellos mismos, mediante actividades, vayan descubriendo el idioma, contando, por supuesto, con nuestra ayuda.
Asimismo, hay que insistir en el uso el idioma, esto es importante en cualquier etapa, pero particularmente cuando se trabaja con alumnos de formación profesional, como es el caso en HECANSA. Los alumnos deben conocer el vocabulario y expresiones específicas de su sector, escribir, hablar, realizar simulacros... Solo mediante la práctica serán capaces de alcanzar fluidez y sentirán que el aprendizaje del idioma les ayudará en un futuro puesto de trabajo. Y es esto lo que procuro hacer en mis clases y lo que noto que motiva más a los estudiantes a la hora de aprender inglés.
¿Qué diferencia, en cuanto a oportunidades profesionales, ves entre una persona que hable más de un idioma de otra que no?
A la hora de entrar o de mantenerse en el mercado de trabajo de nuestro país es especialmente relevante haberse formado en idiomas. Esto abrirá las puertas a formarse o continuar con una carrera profesional en otros países si lo desean.
Buena prueba de ello, es que a la larga muchos trabajadores que no tenían conocimientos en idiomas se ven en la necesidad de estudiarlos tras años en el mercado laboral, por la imposibilidad de encontrar trabajo sin saber al menos un poco de inglés. HECANSA ha sido sede en repetidas ocasiones de cursos del SCE relacionados con hostelería y, a menudo, se puede observar esta circunstancia en los estudiantes más veteranos.
El lenguaje es, al final, lo que permite el entendimiento. ¿Qué consejos les darías a quienes tengan que conversar con extranjeros no hispanohablantes por primera vez?
En primer lugar, no solo es importante conocer el idioma sino también conocer la cultura de estos extranjeros para favorecer precisamente ese entendimiento y que los turistas se queden con una mejor imagen de nuestras islas. Hay que buscar el equilibrio en la tolerancia; que nosotros seamos capaces de entender su cultura y al mismo tiempo ofrecerles una inmersión en la nuestra de la que se lleven un grato recuerdo al regresar a casa y hablar con sus familiares, amigos y conocidos.
En segundo lugar, hay un gran número de estudiantes canarios (y españoles) que sienten vergüenza al cometer errores en una lengua extranjera. La fluidez en otro idioma solo se consigue mediante la práctica, y la práctica lleva consigo el cometer errores. Por esa razón es importante que acepten esta realidad y que busquen estrategias para comunicarse, aunque no recuerden una palabra o expresión específica en el otro idioma.
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