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El archipiélago canario es un manantial de admiración natural y cultural. Es el paraíso tropical con el que muchos han soñado. Su naturaleza salvaje regala algunos de los espacios más increíbles del mundo, y entre sus pueblos y municipios se distinguen rincones apasionantes donde los olores regalan la oportunidad de disfrutar de una gastronomía extraordinaria.
No nos vamos a engañar, ¡vivir en Canarias es una fantasía! No obstante, tanto si eres residente como si vienes de visita, existen algunas opciones de alojamiento que te harán disfrutar de nuestras tierras de una manera diferente. Se trata de entornos rurales peculiares, establecimientos que harán la boca agua a los más curiosos.
No es una tarea sencilla estar detrás de la gestión de este tipo de casas rurales. Hablamos de un ámbito profesional para el que hay que prepararse y formarse, pero por el que sin lugar a dudas vale la pena arriesgarse en las islas, dada la importancia local del sector hostelero y turístico. Y, en ocasiones, el riesgo se ve acompañado por la innovación y la originalidad. ¡Te presentamos nuestra selección de las 5 casas rurales más especiales de Canarias!
El Médano, al sur de Tenerife, tiene el privilegio de atesorar un total de 24 edificaciones insólitas. Son viviendas cuya arquitectura ha sido acondicionada para adaptarse al entorno y al clima al que pertenecen. Su construcción, de hecho, corrió a cargo del Instituto Tecnológico de Energías Renovables y se han convertido en un éxito científico internacional.
Más allá del espectacular diseño de cada casa (imposible elegir solo una), lo que más las hace destacar como alojamientos rurales es su funcionamiento interno: cuentan con un sistema que gestiona y monitoriza diversos parámetros del interior, tales como la temperatura o la humedad. En otras palabras, ¡se controla su eficiencia energética desde cualquier ordenador!
Sí, lo sabemos, aquí hay un poco de trampa. Casa de los Camellos no es una ‘casa rural’ propiamente dicha, pero eso no quita que su oferta de alojamiento rural sea exquisita y llamativa. Resulta que el agreste establecimiento de Agüimes (Gran Canaria) no siempre fue un complejo turístico: antiguamente era un granero, que contaba a su vez con una cuadra de camellos.
El azar de los acontecimientos llevó al Hotel Escuela a evolucionar, ¡y de qué manera! Actualmente atravesar sus puertas es sinónimo de viajar en el tiempo: descubrirás sus increíbles patios y jardines interiores, el carácter rústico de la madera y sus colores tostados y unas instalaciones que desprenden magia de otra época. ¡Toda una experiencia sensorial!
Una maravilla en la orilla norte del Atlántico. Oculta entre plataneras, la Hacienda El Socorro tiene unas vistas privilegiadas de la costa de Los Realejos. Se trata de una estancia marcada por las formas geométricas: una mezcla, casi inverosímil, del estilo futurista de sus instalaciones y el entorno rural, casi tropical, de los alrededores.
La vivienda, por su parte, mantiene un aspecto más tradicional en el exterior: fue construida en el siglo XVII y todavía conserva sus materiales originales, a pesar de las remodelaciones y mejoras. Pasar los días hospedado en sus establecimientos es vivir entre contrastes. Sin lugar a dudas, ¡una experiencia única en el norte de Tenerife!
Venidos directamente desde Berlín (Alemania), los arquitectos de Diseño Urbanístico de Kazanski Keilhacker crearon una curiosa estructura tridimensional en Puntagorda, al oeste de La Palma. Quizá no fueron muy originales con el nombre de la casa, pero sin duda sí que lo fueron con su construcción.
La villa de lujo se asemeja a una mariposa bajo el sol. Está situada al borde de la montuosa pendiente característica de la Isla Bonita y regala unas vistas inconcebibles desde su jardín y su piscina. Tranquilidad y privacidad al alcance de sus visitantes, ¿se puede pedir más?
Para cerrar nuestra lista de ‘casas peculiares’ tenemos... barricas de sidra asturianas. Sí, has leído bien. A tan solo 10 minutos de Vilaflor de Chasna (Tenerife), alejadas del ruido y en presencia única y exclusiva de la naturaleza más indómita, se encuentran las ya populares cabañas con forma de barricas. ¿O deberíamos decir barricas con forma de cabaña?
Luego, además, están las cuevas que dan nombre al alojamiento. Un par de cavernas guanches que han sido rehabilitadas y perfectamente acondicionadas para su disfrute, sin perder la esencia bucólica que impregna sus rocas. Y tú, ¿con qué te quedas, sus barricas o sus cuevas? Que no te asuste la elección, pues las vistas de los altos de Trevejos y la costa sur de la isla siempre estarán ahí para tu disfrute.
¿Quieres gestionar tu propia casa rural?
Es posible que te hayas quedado con ganas de más. Incluso, cabe la posibilidad de que busques gestionar tu propio alojamiento rural. Si ese es el caso, en los Hoteles Escuela de Canarias (HECANSA) podemos formarte a través de nuestro Programa de Gestión Hotelera. ¡Aprovéchate de nuestros expertos docentes y conviértete en gestor de alojamiento en casas rurales!
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